La medicina ortomolecular tiene su origen en los años 60, cuando el científico Linus Pauling, dos veces ganador del Premio Nobel (Química en 1957 y de la Paz en 1962), descubrió que, para mantener la fisiología correcta de las células y sus funciones básicas, era esencial que ciertas moléculas estuvieran presentes en el organismo en cantidades específicas.
Este principio sentó las bases para mantener un estado óptimo de salud.
La medicina ortomolecular considera la nutrición como el pilar fundamental para tratar y prevenir enfermedades. Por ello, se utiliza la Nutrición Ortomolecular como parte clave para la recuperación de la salud.
Este enfoque:
La nutrición ortomolecular no solo se enfoca en tratar enfermedades, sino también en prevenirlas.
Un principio clave es que los alimentos tienen el poder de activar o desactivar genes. Una alimentación adecuada puede proteger el ADN, mientras que una dieta deficiente puede provocar alteraciones genéticas que derivan en enfermedades graves.
La nutrición ortomolecular emplea sustancias que existen de manera natural en el cuerpo humano y en los alimentos. Además de un plan alimenticio personalizado, es habitual recomendar suplementos como:
En resumen, la nutrición ortomolecular es una herramienta poderosa para equilibrar el organismo de forma natural, trabajando a nivel celular y molecular para promover una salud integral y sostenible.