Estrés e inflamación intestinal

Estrés e inflamación intestinal

Escrito por: Nutricionista Nelba Villagrán

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Tiempo de lectura 1 min

¿Te has dado cuenta, que al vivir una situación de estrés, lo primero que molesta es el colon?

Cuando se vive una situación de angustia, pena, enojo, etc se genera respuesta, conocida como “estrés”, la cual es causada frente a un estímulo que se percibe como amenaza, los altos niveles de cortisol que aparecen frente a una situación de estrés crónico afectan a la mucosa e impermeable del intestino, ingresando sustancias nocivas para el organismo, desencadenando una respuesta inflamatoria lo que aumenta las probabilidades de desarrollar permeabilidad intestinal o disbiosis.

La disbiosis es una desequilibrio en la cantidad o variedad de los microorganismos que habitan las mucosas de nuestra microbiota intestinal y producen enfermedades poco relacionas con el intestino como: Fibromialgia, Diabetes tipo 1 y 2, Alergias, entre otras.

Se estima que hasta el 90% de todas las enfermedades están vinculadas al intestino u a la estabilidad de esta.

Es importante considerar que el intestino trabaja en conexión con el cerebro de forma bidireccional, por eso muchas alteraciones emocionales repercuten a nivel intestinal. Varios científicos se refieren al intestinal como un “segundo cerebro” o “cerebro intestinal”, ya que el tubo digestivo contiene una red de neuronas complejas con una función neuronal muy parecida a la actividad de nuestro cerebro.

¿Cómo tratamos el estrés a nivel intestinal?

Se recomienda poner en marcha estrategias para disminuir la permeabilidad intestinal, aportando los nutrientes necesarios ricos en ácidos grasos esenciales como Omgea 3 y aminoácidos como la L-Glutamina, que colaboren en la recuperación del epitelio digestivo.

Recuperar la Microbiota intestinal, es también un factor importante, para protegerse de las colonizaciones o infecciones por gérmenes patógenos. La incorporación de Probióticos y alimentos ricos en fibra prébiotica como: Algarroba, chía, cochayuyo, alimentos integrales, etc.

Estabilizar el sistema inmune. Tanto la mucosa intestinal como la microbiota participan activamente en el desarrollo de la función inmunitaria, por lo que es frecuente que la respuesta inmune se encuentre alterada en el desequilibrio intestinal. Para esto, se recomienda incorporar a la alimentación diaria frutas y verduras de todos los colores, semillas, legumbres, algas y supplementos como: Vitamina d3, Vitamina C, Omega 3, Zinc, Selenio y antioxidantes.