
¿NAD⁺, mito o evidencia? La verdad sobre la longevidad
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Tabla de contenidos
Descubre cómo los precursores del NAD⁺ podrían ser la clave para mantener la energía, la salud celular y un envejecimiento más lento.
¿Es la panacea de la suplementación con NAD realmente efectiva para evitar el envejecimiento prematuro?
Acá te contamos sobre NMN, el suplemento que podría destronar la popularidad del NAD como el mejor antioxidante.
En los últimos años, el NAD⁺ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido) ha cobrado gran relevancia en el ámbito de la medicina regenerativa, la longevidad y la salud celular. ¿Pero qué tan efectiva es realmente su suplementación? ¿Y qué papel cumplen sus precursores? A continuación, profundizaremos en estas preguntas basándonos en la evidencia científica más reciente.
El dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD + ) es una coenzima presente en todas las células del cuerpo humano, y participa en numerosas reacciones fisiológicas, con una relevancia clave en el mantenimiento de la función mitocondrial y un papel crucial en procesos celulares como:
El problema es que, con el paso de los años, nuestros niveles de NAD⁺ en el organismo disminuyen naturalmente y ante condiciones como el estrés crónico, la mala alimentación o enfermedades metabólicas. Por consiguiente la disminución de los niveles de NAD + se asocia con el envejecimiento general, trastornos crónicos, como el deterioro cognitivo, la sarcopenia y las enfermedades metabólicas (diabetes, enfermedades cadiovasculares, etc).
Los estudios más recientes indican que la suplementación directa con Dinucleótido de Nicotinamida y Adenina no es biodisponible en el organismo, por lo que se sugiere el consumo de precursores para que el organismo forme el NAD+ y de esta forma obtener sus beneficios.
Los principales términos de investigación de los precursores de NAD+ fueron Nicotinamida Ribósido (NR), Nicotinamida Mononucleótido (NMN), Ácido Nicotínico (NA), Nicotinamida (NAM).
Dos estudios utilizaron la suplementación con NMN incluyeron una administración de 250 mg/día de mononucleótido de nicotinamida durante 48 y 56 días. En este estudio se observó que la ingesta de NMN por la tarde mejoró eficazmente la función de las extremidades inferiores y redujo la somnolencia en adultos mayores. El potencial del NMN se relaciona con la prevención de la pérdida de rendimiento físico, la mejora de la fatiga, el aumento de la sensibilidad a la insulina muscular y la señalización de la insulina.
NAD⁺ es una molécula grande, polar y es inestable, lo que dificulta su absorción intestinal y su entrada efectiva a las células. Esto limita su eficacia cuando se administra por vía oral.
Según Poljsak et al. (3), hay muchas formas alternativas de aumentar la concentración de NAD + que se relacionan con el estilo de vida, como reducir el consumo de tabaco, cigarros, el consumo de Calorías y aumentar la práctica regular de ejercicio, la regulación de los ritmos circadianos, los hábitos de sueño, la restricción calórica y la mejora de los hábitos alimenticios incluyendo verduras, frutas, cereales integrales y proteínas. En cuanto a la comida y los hábitos alimenticios, los requerimientos diarios para la síntesis de NAD+ se pueden obtener con alrededor de 15 mg de vitamina B3, que se puede encontrar en la carne y el pescado. Sin embargo, la cantidad de alimentos específicos consumidos con el propósito de aumentar la concentración de NAD+ tendría que ser enorme, de ahí la suplementación. También, por ejemplo, una dieta alta en grasas/azúcares causa una sobrecarga de energía, que culmina en una disminución de los niveles de NAD+. La literatura afirma que el nivel de NAD+ no solo está controlado nutricionalmente, sino que también depende de las actividades deportivas y otros factores del estilo de vida como se mencionó anteriormente, por lo que la suplementación puede actuar para estimular el metabolismo de NAD +.
La eficacia clínica de los precursores de NAD⁺ ha sido evaluada en varios. A continuación, se resumen los principales hallazgos
Evidencia en humanos:
Una revisión sistemática de 10 estudios clínicos (489 participantes) concluyó que la suplementación de sus precursores puede mejorar:
Ensayos clínicos con NMN (Nicotinamida Mononucleótido) en dosis entre 250 y 900 mg diarios por 6 a 12 semanas han mostrado:
Aunque algunos efectos clínicos aún no son concluyentes, los resultados son prometedores.
La evidencia científica más reciente sugiere que la suplementación con precursores de NAD⁺, como NMN y NR, puede ofrecer beneficios relevantes para la salud metabólica, la función física y el bienestar general, especialmente en personas adultas mayores o con condiciones crónicas. Aunque la suplementación con NAD⁺ directo es limitada por su baja biodisponibilidad, los precursores han demostrado mayor eficacia en aumentar los niveles de NAD⁺ de forma segura.
Estudios clínicos en humanos han reportado mejoras en parámetros como la sensibilidad a la insulina, la fatiga crónica, la función muscular y la calidad del sueño, lo que sugiere un potencial terapéutico interesante. Sin embargo, aún se requieren más investigaciones para determinar con precisión las dosis óptimas, la duración del tratamiento y los efectos a largo plazo.
En conjunto con hábitos saludables como la actividad física regular, una dieta balanceada y un buen manejo del estrés, la suplementación con precursores de NAD⁺ representa una estrategia emergente y prometedora para apoyar la salud celular y mitocondrial a lo largo del envejecimiento.