La flor de hibisco proviene de la planta Hibiscus sabdariffa, nativa de África. Se utiliza con frecuencia en infusiones y tés debido a su sabor refrescante y ligeramente ácido. La infusión de flores de hibisco se conoce comúnmente como “agua de Jamaica” en algunas regiones, especialmente en América Latina.
Esta bebida se consume tanto caliente como fría y se le atribuyen propiedades diuréticas y antioxidantes.